Originalmente criados como lobos de mar, estos canes evolucionaron hasta llegar a ser amigables perros de compañía que adoran pasar tiempo con su círculo más íntimo. No obstante, la naturaleza marinera sigue latente en su espíritu, por lo que son una gran opción para aquellas familias que disfrutan de la vida en la costa o que salen a navegar con cierta frecuencia. Sumérgete en las características del Cão de Agua o Perro de Agua Portugués.
Datos básicos
- Tamaño: entre 43 y 59 cm de altura
- Peso: entre 16 y 27 kilos
- Esperanza de vida: entre 11 y 13 años
- Ideales para: familias, vivir en pisos o casas, como perro de pesca
Historia del Perro de Agua Portugués
Como su propio nombre indica, provienen de la costa portuguesa. Aunque no hay certeza sobre su antigüedad, hay registros de que ya existían en la Edad Media. Se cree que comparten ancestros con la raza Poodle y que los primeros ejemplares llegaron desde Alemania a mediados del siglo XV. En aquellos tiempos su función principal era ayudar a los pescadores recuperando instrumentos de pesca, guiar los cardúmenes hacia las redes y también llevar mensajes desde los botes hasta tierra firme.
Su pasión por el agua también hizo que fueran útiles como tripulantes de las expediciones lusas por el Atlántico. Los viejos marinos aseguran que los Porties (así eran conocidos) no temían zambullirse en aguas heladas ni tempestuosas. En el siglo XX, con la llegada de las nuevas tecnologías y técnicas de pesca, estos aventureros llegaron al borde de la extinción. Fue gracias a Vasco Bensuade, un rico propietario portugués, que la raza recuperó su brío y ganó adeptos en ambos lados del océano.
Principales características del Perro de Agua Portugués
Este tipo de perros es de tamaño mediano y con una contextura bien proporcionada, lo que les hace parecer fuertes. Tienen un cuerpo bien musculado y atlético con un pecho amplio y desarrollado. El cuello es grueso, con patas potentes. Los pies palmeados con una membrana entre sus dedos son una característica diferencial de la raza. La cola es gruesa en la base y se afina hacia la punta; no debe llegar por debajo del corvejón y, cuando el can está en alerta, se posiciona curvada sobre el lomo.
La cabeza del Perro de Agua Portugués es significativamente grande. Sus ojos medianos, un tanto oblicuos, están bien separados entre sí y tienen una expresión penetrante. Los colores oscuros son deseables frente a los claros. Por otro lado, las orejas son redondeadas y con la piel muy fina.
El manto de esta raza es de una sola capa, muy abundante y grueso en todo el cuerpo a excepción de las ingles. El pelaje puede ser ondulado o rizado. Asimismo, hay dos tipos de corte de pelo habituales. La variante “león” deja el hocico y el manto al ras en las partes traseras del cuerpo, con un copete de pelo en la punta de la cola. El recorte conocido como “Retriever” deja el largo de su pelaje uniforme. Los colores habituales son el negro, el blanco, el marrón o las combinaciones de estos.
Carácter del Perro de Agua Portugués
Si algo les agrada a estos canes es la compañía humana. Como parte de una familia serán afectuosos, juguetones y siempre buscarán llamar la atención. Adoran divertirse y en ocasiones pueden ser un poco bufones, así que prepárate para echarte unas buenas risas con sus ocurrencias. En los más pequeños encontrarán a unos socios perfectos para las travesuras. De hecho, son ideales para familias con niños de cualquier edad. No obstante, monitorea sus juegos: al ser tan enérgicos a veces pueden jugar de manera brusca.
En un principio pueden mostrarse algo reservados con los extraños, pero solo hasta que entran en confianza. Con el tiempo llegan a ser tan cariñosos con los amigos de la casa como con su familia. Establecerán relaciones muy fructíferas con otros perros o animales del hogar, especialmente si han sido criados juntos. Tienden a mostrar comportamientos de cachorro hasta bien entrada la adultez, pues maduran más lentamente que otras razas.
Por lo general son muy inteligentes. Te sorprenderá su capacidad de adaptación y lo rápido que pueden solucionar un problema. Les encanta aprender cosas nuevas todos los días y se aburrirán rápidamente si les entrenas con ejercicios repetitivos o poco estimulantes mentalmente. No llegues a estos extremos, pues un Portie aburrido es un Portie destructivo que tiende a mordisquear todo lo que encuentra.
¿Cómo cuidar a un Perro de Agua Portugués?
Estos canes necesitan al menos una hora diaria de actividad vigorosa para mantenerse equilibrados. Prefieren los ejercicios acuáticos como nadar o chapotear en aguas poco profundas, pero también adoran acompañar a sus dueños a caminar, correr, ir en bicicleta o patinar.
Pueden adaptarse bien a la vida en un piso si cuentan con una rutina de salidas y juegos de intensidad moderada a alta. Si dispones de un patio o de un jardín en casa procura no dejarles solos durante mucho tiempo, ya que necesitan estar en permanente contacto con las personas para sentirse felices. El aislamiento prolongado puede provocarles ansiedad por separación.
Se les considera hipo-alergénicos porque pierden muy poco pelo, aunque su mantenimiento es algo exigente. Deberás cepillarles al menos 3 veces a la semana para prevenir enredos. Si quieres que luzcan en su mejor versión, tendrás que recortar su pelaje al menos una vez al mes. ¡Ah! Y procura ducharles con agua limpia después de un chapuzón en la piscina o en el mar. Así evitarás que se acumule la sal o productos químicos en su piel.
La salud del Perro de Agua Portugués
Algunas de las enfermedades relacionadas con esta raza son la displasia de cadera, una condición hereditaria que afecta a su movilidad; también suelen padecer atrofia de retina, una enfermedad degenerativa de la visión.
Otro padecimiento con cierta incidencia en el Perro de Agua Portugués es la Cardiomiopatía Dilatada Juvenil, una afección hereditaria que puede causarles la muerte súbita entre las 5 semanas y los 7 meses de vida. Actualmente no hay forma de prevenir esta enfermedad. La única manera es impedir que los ejemplares con esta afección se reproduzcan.