Juguetón, alegre y siempre preparado para la acción: este terrier es un gran compañero de vida. Con la familia es muy afectuoso y crea lazos duraderos, además de establecer buenas relaciones con otros perros del hogar. La valentía es otro de los rasgos definitorios del Norfolfk Terrier, pues cuando se trata de defender a los suyos se crece y se comporta como si fuera un Gran Danés.
Datos básicos
- Tamaño: entre 15 y 35 cm.
- Peso: entre 3 y 10 kilos.
- Esperanza de vida: entre 12 y 15 años.
- Ideales para: vivir en pisos o casas. Familias. Caza menor.
Orígenes del Norfolk Terrier
En un principio los Norfolk Terrier se consideraban solo una variedad del Norwich Terrier, diferenciándose por la posición de las orejas (el Norfolk las tiene caídas, mientras que el Norwich las lleva erectas). Más allá de este aspecto, son perros cuyo propósito original era cazar ratones y otros animales pequeños en los almacenes y graneros de los pueblos británicos de los que hoy toman su nombre.
Aunque no hay registros oficiales se cree que esta clase de terriers surge a principios del siglo XIX y que desciende del cruce entre Borders Terriers, Cairn Terriers y Terriers Irlandeses. Bajo la denominación de Norwich, ambas variantes fueron reconocidas en Inglaterra y en los Estados Unidos en la década de los años 30, si bien comenzaron a criarse de forma separada tras la Segunda Guerra Mundial. La diferenciación no fue aceptada oficialmente hasta 1979.
Características físicas del Norfolk Terrier
El cuerpo de los Norfolk Terrier es, a la vez, compacto y vigoroso. Su estructura ósea es fuerte y su contextura musculosa. El torso es corto, con un lomo recto y unas extremidades cortas pero muy potentes, con pies redondos y almohadillas rugosas. El cuello es grueso y de largo medio. La cola es ancha en la base y se afina hacia el extremo.
Presentan además un cráneo ancho, ligeramente curvado. El hocico es más bien corto y tiene forma de cuña. Poseen ojos ovalados con colores que van desde el café al negro. La mirada es alerta y perspicaz. Por otro lado, cuentan con orejas de tamaño mediano y en forma de V, las cuales llevan inclinadas hacia delante.
El Norfolk Terrier tiene una doble capa de pelo. La interna es suave y densa para protegerle del frío. La externa, recta y dura, posee una textura similar a la del alambre. En la cabeza y las orejas el pelo suele ser más liso y suave, mientras que en el cuello es más largo y áspero. Suele tener tonalidades rojizas, negras y fuego o grises y trigo.
¿Cómo es el estándar de los Norfolk Terrier?
Aunque no es deseable, se aceptan ejemplares de Norfolk Terrier con manchas de color blanco en el pelaje. Asimismo, en una competencia, el pelo no puede estar excesivamente arreglado. La cola no debe ser llevada muy por encima del lomo; además no se permiten excesivamente erectas, las conocidas “colas de ardilla”. Otro rasgo no deseable son las orejas que caen por debajo del nivel de los ojos.
Carácter del Norfolk Terrier
Criados para moverse en manadas, estos perros son naturalmente sociables. Establecerán excelentes relaciones con todos los integrantes de un hogar, aunque siempre se sentirán más cercanos a quienes identifican como líderes de la manada.
Son muy juguetones desde cachorros y esto se mantiene en la edad adulta. Por ello son ideales para casas con niños, especialmente aquellos mayores que saben divertirse con un perro de este tamaño sin lastimarle. Estos canes suelen ser naturalmente equilibrados y con una personalidad estable.
Suelen adaptarse muy bien a los viajes, no solo por su pequeño físico sino también porque no se ponen nerviosos ni agresivos. No son muy ladradores, aunque si se les deja mucho tiempo solos en casa pueden comenzar a demostrar su aburrimiento a través de ladridos o haciendo agujeros en la tierra. Con respecto a esto último, si tienes un jardín con valla asegúrate de que esté bien hundida bajo tierra; de lo contrario podría escapar cavando.
Aunque no es su función primordial, pueden actuar bien como guardianes, pues están siempre alerta. En el caso de que sea necesario no dudarán en enfrentarse a perros o a humanos mucho más grandes. Su sangre de cazadores permanece latente, por lo que es probable que intenten capturar cualquier animal pequeño que pase cerca, incluso a gatos. Es fundamental una buena socialización con otros ejemplares para limitar esto lo máximo posible.
Principales cuidados si tienes un Norfolk Terrier
Los Norfolk Terrier pueden adaptarse muy bien a la vida en un apartamento, siempre y cuando no se aburran. Debes jugar con ellos dentro de casa y también dar paseos diarios de al menos media hora. Durante las salidas siempre llévales con correa, pues su instinto de persecución puede hacer que salgan corriendo y se pierdan.
Además, son canes que necesitan compartir sus actividades con las personas con las que viven para sentirse realizados. Ocasionalmente también sabrán divertirse solos. Para estos casos procura tener muchos juguetes caninos que le mantengan entretenido.
Aunque son fáciles de instruir, el entrenamiento para hacer sus necesidades fuera de casa puede costar un poco más de lo habitual. En este aspecto son bastante tercos, por lo que si no tienes paciencia o vives en un espacio pequeño deberías considerarlo.
Su pelaje requiere de un cepillado dos veces por semana, mientras que un baño cada mes o mes y medio será más que suficiente. Tampoco es una raza que pierda mucho pelo. Asimismo, las orejas y las uñas deben ser revisadas una vez al mes.
La salud del Norfolk Terrier
La insuficiencia de la válvula mitral es una enfermedad cardíaca degenerativa relacionada con esta raza. A pesar de que es una afección potencialmente mortal, el periodo de supervivencia es de moderado a largo. Si vas a adoptar a un Norfolk Terrier procura revisar que ambos padres estén libres de esta condición.
Otra enfermedad hereditaria que puede afectarles es la displasia de cadera, que limita su movilidad y puede llegar a ser muy dolorosa. La luxación patelar, en las rodillas, también tiene cierta incidencia en el Norfolk Terrier.
Estos canes pueden ser sensibles a la vacunación de rutina. Algunos de los efectos secundarios que deberías revisar tras ser inmunizados son la aparición de urticarias, la hinchazón en el rostro o una excesiva apatía. Ante cualquier síntoma fuera de lo habitual, llévales con urgencia al veterinario.
