La historia del Himalayo se remonta a mediados del siglo XX, cuando criadores con visión de futuro decidieron emprender el desafío de crear una raza que exhibiera el lujoso pelaje del Persa junto con los impresionantes ojos azules y el punto de color característico del Siamés. El primer éxito notable en este empeño se atribuye a la Dra. Virginia Cobb y a la criadora británica Nora Archer, quienes en la década de 1930 y 1950, respectivamente, lograron establecer las bases de lo que sería reconocido como el gato Himalayo.
A través de un cuidadoso programa de cruce, Cobb y Archer lograron no solo combinar estas características deseables sino también estabilizarlas, dando paso a una raza que rápidamente capturó el corazón de los aficionados a los gatos en todo el mundo. Su esfuerzo culminó en la década de 1950, cuando el Himalayo fue reconocido oficialmente como raza por algunas de las principales asociaciones felinas.
Gracias a su creciente popularidad y a las claras diferencias genéticas y estéticas que lo distinguían, el Himalayo finalmente ganó su lugar como raza propia en el panorama felino internacional.
Morfología de la raza Himalayo
Según la información de su morfología que sacamos de TICA (The International Cat Association), el Himalayo es un gato de tamaño mediano a grande con un cuerpo corto y rechoncho que es igualmente macizo en los hombros y la grupa. La cabeza es grande, redonda y abovedada con gran amplitud de cráneo que se asienta sobre un cuello corto y grueso. Deben tener una oclusión dentaria perfecta y un mentón fuerte y bien desarrollado.
La osamenta debe ser pesada. Los ojos son grandes, redondos y colocados muy separados, dando al gato una expresión dulce. La nariz es corta, respingona y ancha con una ruptura centrada entre los ojos. Las orejas son pequeñas y redondeadas en la punta y puestas muy separadas y bajas en la cabeza. La cola debe ser corta y gruesa, pero en proporción al cuerpo.
El Himalayo es macizo, pero no gordo, con una apariencia general de suave redondez. El pelaje es largo y suelto y requiere un cepillado constante debido a la capa interna de pelo que se apelmaza si no se cepilla. Se trata de un gato que exige mucho tiempo para mantener un pelaje bonito y requiere conocimientos y práctica para hacerlo correctamente.
Los puntos que consisten en las orejas, patas, pies, cola y máscara facial deben mostrar el color básico del gato. El color del cuerpo debe ser uniforme en color, pero el sombreado sutil y las áreas sombreadas más oscuras en los abrigos de gatos más viejos son permitidos, sin embargo todavía debe haber un contraste definido entre el color del cuerpo y el color del punto. Por su parte, el Himalayo es aceptado en la TICA en todos los colores y divisiones.
Campeones de Himalayo
Si estás interesado en conocer algunos nombres de campeones de la raza Himalayo, TICA (The International Cat Association), te muestra en su web oficial, los otorgados con el título “Mejor de la raza”.
En este caso, podemos encontrarnos con RW BW SGC Le-vell Texas Roundup, que ganó como “Mejor gato Himalayo del año”, a IW BW Melody’s Tennessee, que adquirió el título de “Mejor gato cachorro del año” y por supuesto, a IW BW SGCA Melody’s Louna, quien consiguió el de “Mejor gato adulto del año”
Estas competiciones consiguen que aunque existan algunas razas felinas conocidas, su premiación exponen aún más a la raza, haciendo que su nombre y conocimiento se extienda más allá del mismo país. De hecho, el gato Himalayo, cada vez se está conociendo más en gran parte de Europa y América.
¿Cuánto cuesta un cachorro de Himalayo?
A la hora de comprar un gato de la raza Himalayo, debes saber que no es uno de los más caros que te puedas encontrar, consiguiéndolo incluso por menos de 500 euros. Eso sí, todo depende del criador y del pedigrí de la mascota, ya que el precio puede ascender en base a ello y variar en el coste final de la adquisición. Recuerda siempre que te recomendamos hacerlo con un criadero de confianza en España donde puedas asegurar todos los papeles pertinentes y la salud del gato.