Cuánto va a vivir su gato es una de las preguntas que se hacen, con cierta inquietud, los cuidadores. Aunque es una cifra muy variable, los estudios científicos han ido identificando distintos aspectos que pueden favorecer que este dato se alargue lo máximo posible o se acorte. En el siguiente artículo, hablamos de la esperanza de vida de los gatos y de los principales factores que influyen en su longevidad.

Cuál es la esperanza de vida de los gatos

Lógicamente, la esperanza de vida es un dato estadístico que se va a ver muy influido por factores individuales. Por ejemplo, un gato que desde el inicio de su vida recibe todos los cuidados básicos y veterinarios tendrá más probabilidades de vivir muchos más años que otro que se encuentra en la calle, desatendido, aunque ambos sean de la misma raza.

Teniendo esto en cuenta, se considera que la esperanza de vida media de los gatos está en unos 12 años, lo que no quiere decir que no haya ejemplares mucho mayores, sobre todo si sus condiciones de vida son favorables.

Además, hay que tener presente que la media se calcula tanto con gatos que viven en el interior del hogar como con aquellos que hacen vida fuera. Es habitual que los primeros vivan más tiempo que los segundos, que están expuestos a ataques de otros animales, atropellos, envenenamientos, etc.

En cualquier caso, este es el motivo por el que la cifra de 12 años puede parecer baja para propietarios de gatos domésticos de vida en el interior. No es nada extraordinario que estos ejemplares superen, considerablemente, esta edad.

¿Viven más los gatos o las gatas?

Los últimos estudios parecen indicar que las hembras son algo más longevas que los machos, con diferencias que pueden sobrepasar el año. De media, las gatas podrían llegar a vivir unos 13 años, mientras que los machos superarían, por poco, los 11.

Qué razas de gatos viven más

Las razas que han resultado ser más longevas son el burmés y el birmano. Ambas superarían, al nacer, la expectativa de 14 años de vida. En el extremo opuesto, se encontrarían los gatos bengalí y los esfinge.

La esperanza de vida media de estos últimos no llega a los 7 años. Estas diferencias permiten señalar la importancia de la genética en la longevidad, aunque no sea el único factor a tener en cuenta.

Factores que influyen en la longevidad

Se han identificado algunos factores relevantes con repercusiones en los años que puede vivir un gato. Destacamos los siguientes:

  • La raza: como ya hemos comentado, se considera que en la esperanza de vida influye la genética. Además, hay que añadir que, en general, los ejemplares de razas puras viven menos que los mestizos. Se ha calculado que hasta año y medio menos.
  • El peso corporal: este es otro de los factores cruciales. Tanto el sobrepeso como la obesidad, pero también un peso por debajo de lo aconsejable, afectan a la esperanza de vida, reduciéndola. Los kilos de más favorecen la aparición de enfermedades, agravan otras, complican la tolerancia al calor, la anestesia, el ejercicio, etc., y, en consecuencia, disminuyen la esperanza de vida. Por suerte, los cuidadores pueden influir en él, manteniendo al gato en su peso óptimo, controlando su alimentación y su actividad física.
  • El estado reproductivo: nos referimos a si el gato ha sido sometido a castración, es decir, a la extracción de testículos en los machos y de ovarios y, en ocasiones, útero, en las hembras. Se ha comprobado que los gatos enteros viven menos que los castrados.

Aumentar la esperanza de vida de nuestro gato

Algunos de los factores que afectan al tiempo vital de un gato son incontrolables, como puede ser la pertenencia a determinadas razas. Pero, como cuidadores, sí podemos influir en la esperanza de vida de nuestro ejemplar teniendo en cuenta medidas como las siguientes:

  • Acudir con regularidad al veterinario, al menos una vez al año y cada 6 meses si el gato es mayor de 7 años, y seguir sus recomendaciones.
  • Centrarse en la medicina preventiva, es decir, mantener calendarios de desparasitaciones internas y externas, vacunaciones, medidas higiénicas, etc., a lo largo de todo el año. En esta línea, también es recomendable la castración.
  • Controlar el peso, pues, como hemos señalado, es un factor de riesgo muy relevante. Con una alimentación adecuada a las características del gato, sin un exceso de premios comestibles y sobras, y la práctica de ejercicio físico suficiente podemos ayudar a nuestro gato a conservar una condición física ideal, alargando su vida y mejorando su calidad.