El Gato montés es un gato salvaje. Su nombre científico es Felis silvestris. Se trata de un carnívoro de la familia de los félidos que habita en Eurasia y África. Se divide en varias subespecies y quizás lo más llamativo es que puede reproducirse con gatos domésticos.
Datos básicos
- Peso: 3-6 kg, el macho es un poco más grande que la hembra.
- Tamaño: mide unos 90 cm de largo y 38 de altura a la cruz.
- Esperanza de vida: 10 años. El máximo es 15.
- Ideales para: el Gato montés no es un animal doméstico ni puede ser tratado como tal.
Origen y descripción del Gato montés
El Gato montés se considera el antecesor del gato doméstico, en concreto la subespecie Felis silvestris lybica. A su vez, el montés desciende del Felis lunensis. Cuenta con varias subespecies como el Gato montés europeo, el Gato salvaje asiático, el Gato salvaje africano o Felis silvestris lybica o el gato del norte de China, además del gato doméstico.
Este último es el que se encuentra extendido a nivel mundial. De todas formas su clasificación es controvertida. Son felinos carnívoros de vida solitaria y nocturna o vespertina. Aunque en algunas zonas han desarrollado hábitos diurnos, durante el día suelen descansar.
Solo están en grupo mientras la hembra está criando a su camada. A veces también se juntan brevemente para la caza. Se encuentran en bosques y montes, lejos de áreas ocupadas por los seres humanos. Prefieren climas templados y zonas húmedas, de matorrales, bosques de árboles caducifolios o rocas donde puedan cobijarse.
Conoce las características del Gato montés
Los ejemplares de Gato montés son de color grisáceo pardo y presentan un patrón atigrado. Son más claros en la parte inferior. De hecho, tienen rayas oscuras por todo el cuerpo excepto en el abdomen. También pueden presentar alguna mancha blanca en garganta o zona inguinal.
El pelo es más espeso y grueso que el de los gatos domésticos. La cola también está más poblada, es más ancha y con la punta negra. Cuenta con anillos negros completos. Podría confundirse con un gato doméstico, aunque es más robusto, de cabeza más ancha y cola más gruesa.
El cuerpo es fuerte y bien musculado, además de flexible. En la cabeza tiene cuatro rayas negras que van a converger en una línea sobre el lomo. Las orejas son puntiagudas y de tamaño pequeño. Los ojos se presentan en color ámbar o verdoso.
Comportamiento del Gato montés
El Gato montés es un animal solitario, además de cazador. Los movimientos que emplea para cazar son como los que podemos ver en un gato doméstico. También es capaz de trepar a los árboles para hacerse con huevos y polluelos de los nidos. Además, puede nadar. El territorio en el que se mueve abarca varios kilómetros.
El macho es territorial, igual que su pariente doméstico, y controla perfectamente sus dominios, que marca con rascado, excrementos y orina. Permite la presencia de hembras, pero no de otros machos. Con ellos manifestará agresividad. Es muy esquivo y huye de las personas, por lo que su seguimiento, avistamiento y estudio son complicados.
Cómo se alimenta y se reproduce el Gato montés
Se alimentan de pequeños roedores, mamíferos, invertebrados, reptiles, aves y anfibios. Su presa favorita son los conejos. En ocasiones puede acceder a presas de mayor tamaño o incluso a carroña. La época del celo se desarrolla entre febrero y marzo. Los signos de esta etapa son muy parecidos a los de las gatas domésticas, con maullidos y marcajes.
Una sola hembra puede aparearse con varios machos, igual que las gatas domésticas. La gestación dura unos dos meses, de 63 a 69 días. Las crías ven la luz en madrigueras en los meses de abril y mayo. Paren entre dos y cinco tan solo 1-2 veces al año. Normalmente el número es de cuatro. Su desarrollo es similar al de los gatitos.
Comienzan a cazar solos hacia los 3-4 meses, pero todavía se mantienen con su madre un tiempo, aproximadamente hasta el año. Los machos alcanzan la madurez sexual en esas fechas, aunque no se reproducen hasta los dos años. Las hembras sí se pueden cruzar ya durante el primer año. Algunos machos reaccionan ante gatas domésticas en celo.
Conservación del Gato montés
Durante los últimos siglos el Gato montés ha sido eliminado de buena parte de sus hábitats originales. Sus depredadores naturales eran felinos de mayor tamaño, pero su principal peligro son los humanos. Es una especie protegida y se incluye en el convenio CITES. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza lo ha registrado en su lista roja.
Varios factores, todos relacionados con la actividad humana, hacen peligrar su continuidad, como la destrucción de hábitats, el descenso en el número de presas, las mezclas que se han ido produciendo con los gatos domésticos y la presencia de cazadores. Por lo tanto, si te gusta esta especie, puedes demostrarlo participando en acciones para su conservación.
El Gato montés es una especie salvaje y no una mascota. Su tenencia está prohibida en numerosos países y constituye un delito contra la fauna silvestre. También está prohibida su caza. Si encontramos un Gato montés, tanto si está sano como enfermo, debemos ponerlo en conocimiento de las autoridades correspondientes.
Riesgos sanitarios para el Gato montés
Pueden afectarle prácticamente las mismas enfermedades que detectamos en nuestros gatos domésticos, algunas de ellas de gravedad. Por ejemplo, se ven infectados por los mismos virus que los gatos domésticos, como coronavirus, parvovirus, calicivirus, herpesvirus o retrovirus.
También es habitual que sufran infestaciones de parásitos, como tenias o toxoplasmas, y que actúen de reservorios de distintas enfermedades, incluso zoonóticas. Por desgracia, el principal riesgo para su salud son los seres humanos.