El Mastín tibetano, también conocido como Dogo del Tíbet o Do-Khyi, es un perro de enormes dimensiones que también destaca por su pelaje, con una melena que recuerda a la de los leones, y por su precio, ya que algunos ejemplares han alcanzado cifras desorbitadas. En este artículo hablaremos de las curiosidades sobre el Mastín tibetano.
Perro de guardia y protección
Más que una curiosidad sobre el Mastín tibetano es una muestra de versatilidad y de cómo estos perros se han ido adaptando de su trabajo con el ganado a la protección, en general, de su hogar y de su familia.
Hoy en día son perros de compañía que pueden desempeñar las funciones de un guardián. Les gusta mantenerse como observadores de lo que sucede a su alrededor, pero no dudan en intervenir si perciben un riesgo para aquello que consideran suyo y digno de protección.
El pelo de doble capa
Una característica física que ayuda a que el Mastín tibetano pueda desempeñar sus tareas y residir a la intemperie, incluso en condiciones climatológicas adversas, es su espectacular manto de doble capa. Este le confiere una gran protección. Es un pelo abundante, pero se valora más la calidad que la cantidad.
La capa externa no es muy larga, mientras que la interna es muy densa y lanosa en los meses más fríos del año, perdiendo densidad cuando llega el calor. Es un pelo fino, pero duro y áspero al tacto. Además, otra de las curiosidades sobre el Mastín tibetano es que este pelo forma una especie de melena de león, más evidente en los machos que en las hembras.
Sus grandes dimensiones y este tipo de pelaje le dan un aspecto todavía más impresionante. Es también más abundante en la cola, donde forma flecos, que también pueden verse en la parte posterior de las patas traseras. Otra curiosidad es que, al alcanzar la madurez, puede formársele una arruga desde los ojos hasta los labios.
Colores del Mastín tibetano
El manto del Mastín tibetano se encuentra en diferentes colores, que se prefieren lo más puros posible. Cuando hay manchas fuego, estas pueden ser desde tonalidades muy oscuras hasta otras más claras. En cualquier caso, los colores aceptados para esta raza son los siguientes:
- Azul.
- Azul y fuego.
- Dorado en una amplia gama de tonalidades.
- Marrón.
- Marrón y fuego.
- Negro.
- Negro y fuego.
Como curiosidad sobre el Mastín tibetano, el estándar admite que tengan una estrella blanca en el pecho y pequeñas manchas blancas en los pies. Por su parte, las marcas fuego se distribuyen sobre los ojos y la parte inferior de las patas y de la cola. También pueden admitirse bajo los ojos y en el hocico.
Historia del Mastín tibetano
Su antiguo origen nos ofrece otra de las curiosidades sobre el Mastín tibetano. Estos perros se pierden en la historia, lo que ha propiciado que su aparición se vea envuelta en el misterio y la leyenda. Aristóteles, entre los años 384 y 322 a. C., y Marco Polo, en sus escrituras datadas en el año 1271, ya hablan del formidable Mastín tibetano.
¿Cómo ladra un Mastín tibetano?
Son muchos los rasgos que hacen especial a los ejemplares de esta raza y que se pueden destacar como únicos. Pero puede que la curiosidad sobre el Mastín tibetano más llamativa sea su ladrido. Desde los textos más antiguos se recoge esta particularidad y se habla de un ladrido único y característico de estos mastines.
Un perro de zoológico
La fascinación por estos perros llegó hasta Europa y despertó el interés de los criadores, que llevan desde entonces apostando por la raza e investigándola. Como muestra, se considera documentado que uno de los primeros ejemplares que llegó a Europa fue un macho, que lo hizo como regalo del virrey de la India a la reina Victoria, en el año 1847.
Como curiosidad sobre el Mastín tibetano, decir que de las primeras camadas de esta raza registradas en Europa está la nacida en el zoológico de Berlín, lo que da una idea del interés y de la fascinación que rodeaban a esta raza canina que, a día de hoy, sigue siendo de las más prestigiosas del mundo, de ahí los precios elevadísimos que alcanza.
Crecimiento del Mastín tibetano
Los perros, cuanto mayor tamaño alcanzan, más tiempo tardan en madurar y en completar su desarrollo físico. Si normalmente consideramos que los perros se hacen adultos al cumplir el año de vida, para las razas grandes y gigantes este dato no es válido.
Al contrario, se habla de unos 18-24 meses para llegar a la etapa adulta y concluir el crecimiento. Pues bien, como curiosidad sobre el Mastín tibetano, hay que saber que se considera que estos perros enormes tardan 2-3 años en concluir su desarrollo, si son hembras, y hasta 4 años si se trata de machos.