El periodo fértil de las perras se conoce, popularmente, con el nombre de celo. Durante esta etapa, las hembras van a presentar diferentes signos indicativos de su estado, como hinchazón de la vulva o secreción vaginal.

Además, aunque no lo percibamos, van a segregar feromonas capaces de atraer a los machos, incluso a muchos kilómetros de distancia. Si se produce la monta, el resultado podría ser una camada no deseada. Explicamos cómo ahuyentar perros de una perra en celo en el siguiente artículo.

Castración

La castración consiste en la extirpación del útero y de los ovarios (o solo los ovarios). De esta forma, las perras dejan de tener el celo y, por tanto, de atraer a los machos de una manera definitiva. Mencionamos esta opción porque los métodos que podemos señalar para intentar ahuyentar a los perros pueden no resultar efectivos.

Por lo tanto, si nuestra perra está entera, por mucho que hagamos, es posible que no podamos impedir una monta y el consiguiente nacimiento de una camada. Por supuesto, la castración es una operación que solo puede hacer un veterinario. En la actualidad, se recomienda programarla antes del primer celo, hacia los 6-8 meses de edad.

Productos antiolor

Hoy en día, se comercializan distintos pulverizadores para aplicar directamente sobre la perra, alrededor de la cola. El objetivo es mitigar el olor que desprenden sus feromonas en sus días fértiles para evitar que los perros se sientan atraídos y se acerquen a ella. Pero no pueden asegurar un 100 % de efectividad.

Otra opción es intentar borrar el olor que puede quedar alrededor de la casa o el portal. Para ello se podría fregar con productos naturales como el vinagre, que también se puede aplicar directamente. Hay que recordar que sustancias como el azufre no están permitidas y pueden ser tóxicas tanto para animales como para personas.

Braguitas para el celo

En el mercado se pueden encontrar braguitas específicas para el celo de las perras. Las hay de diferentes tamaños, formas y materiales, aunque todas suelen tener en común un agujero para dejar salir la cola. Normalmente, cuentan con un espacio para poner un trozo de empapador o cualquier otro material absorbente para que recoja el manchado típico del celo.

Al contener el olor se cree que podría ayudar a que la perra no fuese tan detectada por los machos. Pero hay que ser conscientes de que el olfato de los perros es extraordinario y que el instinto de reproducción es muy fuerte. Además, si sacamos a la perra a la calle a hacer sus necesidades, tendremos que quitarle la braguita.

Fármacos inhibidores del celo

Desde hace tiempo, se dispone de diferentes medicamentos que se le pueden administrar a la perra para que no tenga el celo y, por tanto, no atraiga a los machos. Son fármacos que solo puede prescribir y administrar el veterinario.

El problema es que se han asociado a efectos secundarios importantes, por eso no son la mejor alternativa a largo plazo. Es decir, pueden usarse de forma puntual, pero, si queremos evitar camadas no deseadas, es más segura la castración, como hemos explicado.

Otras medidas de seguridad

El impresionante olfato de los perros los hace capaces de detectar la presencia de una perra en celo, aunque se encuentre muy lejos. Por este motivo, por muchas medidas que implantemos, igualmente tendremos que extremar las precauciones. Estos consejos son fundamentales:

  • Parece una evidencia, pero no está de más recordar que la perra en celo tiene que estar encerrada. Debemos revisar puertas, ventanas, balcones o cualquier otro lugar por el que pudiera salir o entrar un macho para asegurarnos de que es imposible.
  • Si disponemos de un espacio exterior cerrado, como un jardín, un patio o una terraza, también tendremos que ser cuidadosos en extremo con las medidas de seguridad. Los perros que detectan una hembra en celo son capaces de escalar, trepar, saltar o colarse por lugares que nos parecen imposibles. No podemos dejar ni un mínimo hueco inseguro. Si no lo vemos claro, tendremos que estar con ella mientras esté fuera.
  • Cuando saquemos a la perra a la calle, siempre irá con la correa puesta. No la podremos soltar en ningún momento ni darle largos paseos. Hay que limitarse a lo mínimo para que haga sus necesidades y, si vemos un perro, tendremos que volver de inmediato a casa.
  • Por supuesto, no la podemos llevar a lugares donde se concentran perros, como algunos parques o los recintos habilitados específicamente para ellos. Una perra en celo va a atraer a todos los machos y, además del riesgo de monta, es muy habitual que se desencadenen peleas entre ellos.
  • Finalmente, debemos modificar las horas de salida para evitar los momentos de mayor tránsito de perros. Es decir, es probable que tengamos que salir al amanecer, a la hora de comer o tarde en la noche.