Consideramos imprescindible que nosotros seamos los que controlamos la cantidad diaria de comida que come nuestro perro y que nuestro perro sepa que la decisión de la cantidad de comida es nuestra, y no que elige él cuanto y cuando comer, lo que suele convertir en que también eligen que comer.
Beneficios de controlar nosotros su ración y que el perro coma y acabe la cantidad ofrecida por toma:
- Controlar su peso.
- Sabiendo que siempre acaba su ración, podremos saber, si un día no lo acaba, que puede estar incubando alguna patología, lo que nos permitirá estar mas atentos a la hora de reaccionar y de visitar a nuestro veterinario.
- Disminuir riesgos de torsión de estómago.
- Mantener una motivación potente, como es la comida, que nos ayudara a la hora de premiar y educar a nuestro perro.
- Poner nosotros las normas de cuando, que y cuanto se come, nos ayudara a una relación perro-guía mas correcta, y dará pie a otras normas.
LO QUE NUNCA DEBEMOS HACER
- Dejar la comida a su libre disposición.
- Ofrecer la comida y si no la come dar comida casera.
- Ofrecer la ración y que nuestro perro picotee, se vaya, vuelva, se vaya..y dejar en todo ese proceso la ración puesta.
- Ofrecer la ración, y después de que la rechaza, mezclarlo con yogur, aceite, paté, salsas, etc…
Todo esto, en cualquier perro se convertirá en:
- Nuestro perro sabe perfectamente como conseguir sus salsas, sus yogures, etc, lo que se convertirá, cada vez antes, en que nos «exija» los extras. Después de haber conseguido éxito en ello, podrá aguantar días sin comer su alimentación sana y equilibrada, exigiendo los extras.
NORMAS
Las normas sólo se entienden si se hacen cumplir SIEMPRE, sin excepciones. Todo lo demás no es una norma. La norma que nos ocupa consigue el éxito en algo tan importante como regular la alimentación de nuestra mascota, y por lo tanto merece la pena un esfuerzo para lograr ese fin.
La norma es: yo te pongo tu ración, y si te centras en comerla, permanece, de lo contrario se retira la opción de comerla.
BASES
Los perros funcionan por imágenes mentales asociadas a una situación y un entorno. Traducido a nuestra forma de entenderlo, imaginémonos que nuestro perro tiene una libreta, y que pone un titulo a una situación, y un desarrollo en el que concluye eligiendo una forma de actuar.
En el tema que nos ocupa el titulo podría ser «mi dueño coge el cuenco de comida». Lo que tenga apuntado en el desarrollo dependerá de la forma de actuar que hayamos tenido. Imaginemos que le ponemos el pienso, no lo come y le mezclamos paté.
Lo que tiene apuntado es, que cada vez que me ponen la comida yo espero sin comer, y como resultado obtengo un extra. Lo que haya decidido la vez anterior, si el efecto ha sido positivo o neutro para el, tendera a repetirse y aparecerá en su «libreta» reflejado. Cuantas mas veces haya sucedido esa situación, mas reforzara su comportamiento.
Por lo tanto nuestro objetivo en perros que ya «saben mucho» porque hemos probado todo tipo de cosas para que coma es el siguiente:
- Pasar de que elija el a que elegimos nosotros y que nuestro perro lo sepa.
- Conseguir «frustrar» en etapas iniciales para dar el valor a la comida que hasta ahora no tiene.
- Sobre todo, conseguir que lo que apunte en la primera etapa es: me ponen el cuenco estoy comiéndolo y me apetece comerlo, y me lo retiran.
Con todo esto su «libreta» cambiara, su imagen mental también, y su comportamiento ante ese mismo «título» también cambiara.
Es habitual que el dueño de un perro que le cuesta comer, aproveche el día que come bien para ponerle mas, con lo cual la imagen mental del perro se vuelve a convertir en «lo dejo yo».
Cambien es habitual creer que si come poco, es mejor dejárselo puesto todo el día, a ver si come..
Ambas opciones, por lo explicado, son las peores opciones.
Por lo tanto, en modo practico, para el perro que ya esta «mal» acostumbrado en este tema:
Hay que conseguir que no deje de comer antes de que se lo retiremos. Para ello nos aseguraremos de que tiene hambre, y si es necesario, no le daremos el primer día la opción de comer durante 12 horas.
Posteriormente mojaremos el primer día un poco el pienso, dejando 5 minutos a remojo, sin que el perro tenga acceso.
Por otro lado, importantísimo, siendo nuestro objetivo que lo acabe o que quiera acabarlo, pondremos una cantidad muy pequeña.
Cuando le quede poco para acabarlo se lo retiraremos sin que tenga opción de acabarlo.
Todo esto seria la primera toma, el inicio de una norma que debe durar en el tiempo.
La siguiente toma, si ha salido todo correcto, podemos estar seguros de que la intención de nuestro perro es acabarlo, porque el desarrollo de su «libreta» ha cambiado, y su resolución en el modo de actuar, también.
Por lo tanto debemos seguir teniendo como objetivo que lo acabe, echando los primeros días poca cantidad en cada toma, aunque ampliemos el numero de tomas. Ellos apuntan su libreta en la situación de la comida, no en el resumen completo del día. Es decir, serán conscientes de que quieren acabarlo cada vez, pero no lo serán de que hemos aumentado el numero de tomas.
A partir de ahí, mantener esa motivación, con su norma. No poniendo cantidades que pensemos que no va a terminar, y retirando la comida si el perro se retira de la comida.