En los últimos años, parece haber aumentado el conocimiento y la importancia de la fisioterapia en los animales de compañía, sobre todo cuando hay que ayudarles a recuperar la movilidad o reducir el dolor.
Pero son muchos los cuidadores que todavía no cuentan con suficiente información sobre esta práctica, que puede resultar de gran utilidad en numerosos casos. ¿Cuál es la importancia de la fisioterapia veterinaria? Lo explicamos en el siguiente artículo.
¿Qué es la fisioterapia veterinaria?
Se trata de una disciplina que se ocupa de la prevención de lesiones, el mantenimiento de la forma física y la recuperación de la movilidad en los animales tras diferentes lesiones. Por lo tanto, vemos que se encarga tanto de prevenir como de tratar.
Dentro de la práctica de la fisioterapia se incluyen diferentes técnicas, como masajes, ultrasonidos, láser, acupuntura, magnetoterapia, hidroterapia, electroestimulación, etc. Según cada caso, el profesional decidirá entre las más adecuadas y pautará las sesiones que sean necesarias.
La fisioterapia veterinaria comenzó su desarrollo en caballos de competición, pero, en la actualidad, está cada vez más presente en la clínica de pequeños animales. Además, con la investigación se esperan nuevos avances en esta disciplina, que se ha popularizado gracias a la mayor especialización de la medicina veterinaria y el aumento del número de pacientes susceptibles de ser tratados con estas técnicas.
Eso sí, se recomienda buscar siempre un fisioterapeuta licenciado en veterinaria para tener la garantía de que cuenta con los conocimientos necesarios para aplicar estas técnicas a los animales.
¿Para qué sirve la fisioterapia veterinaria?
Básicamente, los objetivos de la fisioterapia se centran en recuperar la funcionalidad de los animales tras diferentes lesiones, como un accidente o un traumatismo, o mejorar su bienestar ante enfermedades degenerativas o asociadas a la vejez.
Estas no podrán curarse, pero sí tratarse para mantener al máximo la calidad de vida. Un ejemplo muy común son los problemas en las articulaciones. También ayuda a ejemplares que han sufrido una operación con afectación ortopédica o neurológica. Podemos destacar los siguientes efectos de la fisioterapia:
- Prevenir lesiones y reducir sus potenciales secuelas.
- Mejorar el rendimiento deportivo.
- Preservar la forma física.
- Recuperar la movilidad.
- Reducir el dolor.
- Estimular una mejoría más rápida y eficaz.
- Acortar los tiempos de recuperación.
- Disminuir o eliminar las dosis de medicamentos contra el dolor y/o la inflamación.
- Ralentizar la progresión de las enfermedades degenerativas.
- Ayudar al control del peso.
- En general, mejorar el bienestar y la calidad de vida del animal.
Beneficios de la fisioterapia veterinaria
La fisioterapia ofrece diferentes beneficios concretos que mejoran la calidad de vida de los animales de una manera poco invasiva y sin el riesgo de los efectos secundarios que sí se asocian a algunos tratamientos farmacológicos. Señalamos beneficios como los siguientes:
- Fortalece la musculatura y las articulaciones y mejora y mantiene su funcionalidad y movilidad.
- Detiene la atrofia muscular, responsable de distensión y rigidez. En otras palabras, genera tono muscular.
- Aumenta la flexibilidad.
- Alivia el dolor en procesos crónicos o agudos.
- Disminuye la inflamación a nivel local.
- Favorece la cicatrización de heridas y la regeneración de los tejidos, reduciendo los tiempos de recuperación.
- Mejora la coordinación, el equilibrio y la propiocepción.
- Incrementa la resistencia cardiovascular, lo que aumenta el rendimiento deportivo y previene las lesiones.
- Estimula la psicomotricidad, mejorando la autonomía del animal en su día a día.
¿Qué animales pueden recibir fisioterapia?
En principio, cualquier animal podría recibir esta terapia de manos de un profesional titulado y especializado. Pero, en la práctica, los animales que más se tratan son los perros, los gatos y los caballos. En menor medida, también se tratan aves y animales exóticos.
Normalmente, son ejemplares que sufren problemas en los sistemas musculoesquelético y neuromuscular, de mayor o menor gravedad, o que han pasado por una intervención quirúrgica y necesitan ayuda para la recuperación. En concreto, los pacientes de fisioterapia suelen tener:
- Fracturas complicadas.
- Artrosis.
- Displasia de cadera o de codo.
- Hernias discales.
- Ataxia.
- Contracturas.
- Lesiones en tendones y ligamentos.
- Parálisis en nervios periféricos.
- Posoperatorios de intervenciones en rodilla, hombro, codo, cadera o columna.