Cuando hace calor, apetece refrescarse con bebidas y alimentos fríos. Los helados son un clásico en estos momentos, aunque puedan consumirse a lo largo de todo el año. Es muy posible que queramos compartir este alimento con nuestro perro, pero lo cierto es que no resulta para nada recomendable.
Los helados aptos para el consumo humano suelen ser ricos en azúcares y otros ingredientes poco aconsejables para la dieta canina e incluso potencialmente tóxicos, como puede ser el chocolate o algunos frutos secos.
Por estos motivos, son productos prohibidos para estos animales. Pero existe una posibilidad para que no se los pierdan: comprar helados hechos específicamente para ellos o hacérselos en casa. ¿Helados caseros para perros? Compartimos recetas sencillas a continuación.
Cubitos helados
La receta más fácil para compartir con los perros es un simple cubito de hielo. Para hacerlo tan solo necesitaremos una cubitera y caldo, mejor hecho en casa, pues los comprados pueden contener un exceso de sal y otros ingredientes que es preferible evitar.
Rellenaremos la cubitera con el caldo y la introduciremos en el congelador el tiempo necesario para que se endurezca el líquido. Podemos poner un premio para perros en forma de palito en cada espacio de la cubitera. Ya solo falta ofrecérselo al perro, esperando unos minutos una vez lo sacamos del congelador.
Hay que tener en cuenta, con este o con cualquier otro helado, que debemos asegurarnos de que el perro pueda comerlo. Algunos ejemplares tendrán restricciones por razones de salud. Además, los premios nunca pueden suponer más del 10 % de las calorías recomendadas por día. Siempre hay que descontar de la ración los helados que se coma.
Helados de fruta
Manzana, sandía, pera o plátano son algunas de las muchas frutas que podemos darles a los perros. En general, las frutas aportan agua, vitaminas, minerales y fibra. Su bajo contenido calórico las hace aptas para perros que deben controlar su peso.
Pero, antes de seleccionar la fruta, hay que asegurarse de que, por algún motivo, no esté contraindicada para los perros. Podemos preparar helados de fruta de varias maneras:
- Helado de plátano: se elabora troceando un plátano maduro e introduciéndolo en el congelador hasta que se endurezca. Después, solo tendremos que triturarlo para obtener un helado que llama la atención por su cremosidad.
- Helados de fruta y lácteos o bebidas vegetales: se hacen poniendo en el vaso de la batidora la fruta escogida pelada y troceada, como una manzana o una pera (o media, dependiendo del tamaño de la pieza y del perro), y mezclándola con un vaso de leche o alguna bebida vegetal, por ejemplo, de arroz o de avena. También se puede utilizar un yogur natural sin azúcar. Ya solo falta introducir la mezcla en moldes o cubiteras y llevarla al congelador el tiempo necesario.
Helados de carne
Por supuesto, los perros pueden comer carnes de muy diferentes tipos. Les aportan proteínas de calidad y cuentan con un contenido variable de grasa, dependiendo de su procedencia. Es un detalle en el que hay que fijarse si el perro tiene problemas de peso u obesidad. Para estos ejemplares es mejor seleccionar carnes magras, como el pollo o el pavo.
También hay que prestar atención al estado de salud del perro. Algunos ejemplares pueden tener dietas con reducción de proteínas que deberían optar por otro tipo de helados. Los helados de carne, básicamente, se hacen siguiendo estos pasos:
- Cocina la carne sin sal ni ninguna salsa.
- Trocéala y métela en el vaso de la batidora.
- Bate con cuidado. Si queda demasiado espeso, puedes añadir unas cucharadas de agua, del propio caldo de la carne o de cualquier otro apto para el perro.
- Pon la mezcla en un recipiente para el congelador hasta que esté lista para comer.
Helados de pescado
Al igual que la carne, los pescados son un buen alimento para los perros, ofreciéndoles un buen aporte de proteínas digestibles. Las recomendaciones para escoger el pescado o el tipo de helado son las mismas que en el caso de los helados de carne. También se hacen de la misma manera, es decir:
- Cocina el pescado elegido.
- Desmenuzándolo.
- Tritúralo, añadiendo un poco de caldo si es necesario.
- Congélalo y ofrecérselo al perro. Puedes elegir un formato tarrina o cubito de hielo o ponerle un palo comestible (snack tipo palito) para dárselo con comodidad y añadir un premio extra.
Helados de vegetales
Las verduras y las hortalizas son un buen premio para los perros. Les aportan vitaminas, minerales, agua y fibra. Existen múltiples opciones y todas tienen un bajo contenido en calorías. Zanahoria, calabaza e incluso legumbres como los guisantes pueden ser ingredientes ideales para los helados caseros caninos.
Como en el caso de las frutas, antes de escoger un vegetal hay que asegurarse de que es apto para los perros. Los helados de vegetales se pueden hacer de la misma manera que los de frutas, es decir, mezclando con la batidora el ingrediente escogido troceado con yogur natural, leche o bebida vegetal y metiéndolo en el congelador.
Eso sí, si nos decantamos por hortalizas duras, como pueden ser las zanahorias, es mejor que las cocinemos antes o, al menos, las utilicemos ralladas. Por supuesto, siempre debemos lavarlas bien o pelarlas.