El gato Bosque de Noruega, cada vez más popular, llama la atención por su considerable tamaño y, sobre todo, por su espectacular pelaje largo, que lo hace parecer todavía más grande. Además de su aspecto, destaca por su carácter sociable y cariñoso.
Datos básicos
- Peso: 5-8 kg.
- Tamaño: grande.
- Esperanza de vida: 8-14 años.
- Ideales para: familias.
El origen del Bosque de Noruega
Como indica su nombre, la raza procede de Noruega. Su espectacular pelaje, más denso durante el invierno, le ayudaba a soportar las temperaturas gélidas y las fuertes precipitaciones propias de su lugar de origen. Surgió de manera natural, adaptado a su medio y sin la intervencion de la cría y la selección de los seres humanos.
Se piensa que proceden del cruce entre gatos persas que llegaban en barcos y gatos locales, pero la raza también podría haber surgido por una mutación espontánea en gatos noruegos. El pelo largo se transmitiría de forma recesiva, lo que quiere decir que, aunque se produjesen cruces con gatos de pelo corto, las crías lo mantendrían largo.
La Federación Internacional Felina reconoce la raza en 1975 y la incluye en la categoría II, que agrupa gatos que tienen en común poseer un pelaje semilargo. El Bosque de Noruega protagoniza cuentos de la mitología nórdica. Eran los gatos que tiraban del carro de la diosa Freya. Además, acompañaban a los vikingos en sus viajes por el mar.
Características y tamaño del Bosque de Noruega
Es un gato de estructura sólida y gran tamaño, de patas fuertes y largas. A pesar de sus dimensiones no se percibe como un gato pesado, ya que sus formas son alargadas. La cabeza, sobre un cuello ancho, es triangular y las orejas, medianas, de base amplia y punta redondeada, se disponen erguidas. Presentan pelo dentro y en todo su contorno.
Los ojos son grandes y de forma almendrada. Su manto es largo y brillante, sobre todo en la zona del collar y a modo de calzones. Les nacen mechones de pelo incluso entre los dedos. La cola es larga y tupida. Posee un subpelo de textura lanosa y espesa. Como curiosidad, repele el agua.
Además, su longitud varía atendiendo a factores climatológicos, ya que en la temporada cálida pierde buena parte de la capa interna. Sus colores también ofrecen variedad. Así, encontramos gatos Bosque de Noruega en negro, azul grisáceo, crema, blanco o marrón y con patrones como el tortuga, el van o el tabby.
Comportamiento del Bosque de Noruega
Los gatos de esta raza son inteligentes, juguetones y bastante activos y curiosos. También son tranquilos y dóciles, para nada agresivos, y muy apegados a sus cuidadores. Con los desconocidos serán más reservados.
La mayoría de los gatos Bosque de Noruega conviven perfectamente con niños gracias a su carácter juguetón y su docilidad. Se muestran muy tolerantes y amistosos con ellos. También pueden adaptarse a compartir hogar con perros y con otras especies animales. De hecho, es bueno que tengan compañía. No finaliza su madurez hasta pasados varios años.
Cuidados básicos para gatos Bosque de Noruega
Lo principal a la hora de atender a un Bosque de Noruega es el cuidado de su pelaje. Hay que cepillarlo con regularidad para evitar la formación de nudos, así como la ingesta excesiva de pelo durante el acicalamiento. En las temporadas de muda se recomienda aumentar la frecuencia del cepillado para favorecer la eliminación del pelo muerto.
Pueden vivir en un apartamento, siempre que nos preocupemos por el enriquecimiento ambiental, esto es, le proporcionemos un espacio en el que saltar, correr, trepar, rascar o esconderse. Para ello necesitan rascadores verticales, estanterías y cualquier otro mobiliario. Además, necesitan juguetes y que les dediquemos un tiempo todos los días para jugar.
Cualquier accesorio para ellos debe tener en cuenta su gran tamaño y su fuerza. Disponen de un considerable nivel de energía, pero no solo requieren actividad física, sino que resulta imprescindible estimularlos a nivel mental. Disfrutarán si pueden tener un acceso al exterior seguro, mejor con un pequeño estanque.
Problemas de salud y prevención
Se trata de gatos de buena salud, pero, un manto descuidado puede originar problemas, sobre todo durante la muda. En la actividad de autoacicalado tragarán mucho pelo. Este, junto a alimentos y jugos gástricos puede acabar por formar bolas de pelo difíciles de expulsar y que incluso provoquen obstrucciones totales o parciales del tracto digestivo.
De ahí la importancia del cepillado y, también, de ofrecer una dieta de calidad, con fibra, una buena hidratación y ejercicio regular. Son elementos imprescindibles para un correcto tránsito intestinal. También puede ofrecerse malta. A pesar de su buena salud, tienen mayor predisposición a padecer cardiomiopatía hipertrófica. No tiene cura pero sí tratamiento.
Otra patología a la que son susceptibles es la acumulación de glucógeno, que se deposita en distintas partes del organismo, provocando diferentes síntomas y el fallecimiento prematuro. Lo más habitual son trastornos neuromusculares. Por suerte, se transmite por un gen recesivo. Otras enfermedades a tener en cuenta afectan a ojos y caderas.