Los podencos son una de las variedades más antiguas de España y han dejado su huella en muchas generaciones. Grandes amigos y expertos cazadores, estos canes son la compañía perfecta para quienes disfrutan de la vida al aire libre. También son buenos compañeros en el hogar, donde siempre tratarán de sacarte una sonrisa… ¡o de pellizcar un poco de la cena! Aprende mucho más sobre el Podenco Ibicenco en el siguiente artículo.
Datos básicos
- Altura a la cruz: entre 66 y 72 cm para los machos y entre 60 y 67 para las hembras, según la FCI
- Peso: entre 20 y 22 kilos
- Esperanza de vida: entre 11 y 14 años
- Ideales para: vivir en casas grandes y pisos, familias con niños mayores de 6 años, labores de caza menor y como perro guardián; practicar deportes como el Agility.
Orígenes del Podenco Ibicenco
La investigación histórica sugiere que provienen del Antiguo Egipto. El arte de este pueblo reproduce características similares al actual podenco en los rasgos del dios Anubis. A esto se suma su gran parecido con la raza Perro del Faraón. Se cree que sus antepasados llegaron a Ibiza hace unos 3.000 años, de la mano de comerciantes fenicios, cartaginenses o romanos.
En la isla debieron adaptar sus habilidades a un terreno más montañoso y a un tipo diferente de presa: los conejos y las liebres. Algunos fueron domesticados por los lugareños y otros vivieron en estado semisalvaje durante cientos de años, alimentándose gracias a sus grandes dotes para la caza. En 1956 llegó a Estados Unidos la primera pareja de Ibicencos, comenzando así su cría en aquel continente. La variedad, conocida en Baleares como “Ca Eivissenc”, se estandarizó en los años 80.
Principales características físicas del Podenco Ibicenco
El Podenco Ibicenco tiene líneas estilizadas y es muy armónico en su conjunto. Estas características hacen que sea un can veloz y resistente. Su cuello es largo y elástico, con una una línea superior que desciende con fluidez desde la nuca hasta la espalda y continúa recta hasta los cuartos traseros. El pecho es profundo y largo, mientras que el vientre está bien recogido.
Sus extremidades son largas, resistentes y musculosas. Las patas delanteras son paralelas, mientras que las traseras poseen una ligera angulación. La cola, de inserción baja, les llega hasta el corvejón y suelen llevarla en forma de anillo o de sable.
La cabeza es larga y estrecha, con aspecto de cono. Sus rasgos están bien cincelados, con ojos que se reconocen por una expresión alerta e inteligente, similar a la de un ciervo; son pequeños y oblicuos, con colores entre el ámbar y el caramelo. Las orejas, muy típicas de la raza, son grandes y puntiagudas. En alerta se muestran erguidas y pueden moverlas para detectar sonidos.
Hay dos variedades según el pelaje. Los de manto corto destacan por tenerlo muy corto y fino en la cabeza y en las orejas. En la segunda variedad el pelo puede crecer hasta los 7 cm y es especialmente abundante en la espalda y en los muslos. Los tonos habituales son el rojizo leonado, el blanco y una combinación de ambos.
Así es la personalidad de un Podenco Ibicenco
En el hogar son perros muy tranquilos, con un temperamento afectuoso y cercano a los suyos. Son muy juguetones y les gusta hacer el payaso, por lo que disfrutan estando con los niños. No obstante, debido a sus instintos, podrían intentar perseguir a los peques para jugar, lo que podría derivar en algún susto. Por eso, son más recomendables para las familias con niños algo más grandes.
Con los extraños se mostrarán alerta y son bastante reservados, pero jamás agresivos. No suelen abrirse a los desconocidos con facilidad, aunque una vez entren a formar parte de su círculo les profesarán el mismo afecto que a su familia. Estas características, junto a su gran oído, hacen que sea un gran perro guardián.
Sí puede establecer buenas relaciones con otros canes, especialmente si han sido criados juntos. Los gatos son un tema aparte. Si se conocen desde pequeños podrían compartir el hogar, aunque siempre tenderá a perseguirlo. Hacer que un Podenco conviva con conejos y otros animales de tamaño pequeño no suele ser una buena idea.
Dentro de casa deberás trabajar la obediencia, pues a estos canes les gusta saltar – si nadie les corrige- a mesas y otras superficies. Deja tu comida lejos de su alcance, pues intentará llegar a ella por todos los medios. Por lo demás, son fáciles de entrenar, aunque una socialización temprana te facilitará las cosas.
¿Qué cuidados precisa un Podenco Ibicenco?
Pese a su aspecto atlético, estos canes no necesitan grandes dosis de ejercicio y pueden adaptarse a vivir en espacios pequeños, incluso en pisos, si salen de paseo a menudo. Les encanta pasar buenos ratos descansando y, si les dejas a sus anchas, se volverán perezosos.
El ejercicio – igual que con las demás razas- es fundamental para su salud física y mental. 60 minutos diarios de caminatas o de carreras por entornos seguros y cercados, les mantendrán en equilibrio. Por sus instintos de presa, estas salidas deben ser siempre con correa.
Y si cuentas con un jardín, recuerda que estos ejemplares son grandes saltadores. Para evitar disgustos instala vallas altas para que no escapen. En el patio puedes practicar juegos compartidos, pero los Podencos también pueden llegar a ser grandes deportistas en Agility y en Coursing.
¡Ah, por cierto! No toleran nada bien los climas fríos. Así que ya sabes: no les dejes mucho tiempo en el jardín durante el invierno. En las salidas que realices en otoño y en invierno trata de que estén suficientemente abrigados.
La salud del Podenco Ibicenco
Los Podencos Ibicencos son sensibles a la distrofia neuroaxonal, una condición neurológica hereditaria que puede causar descoordinación en los movimientos y temblores. No es fatal, pero empeora la calidad de vida del ejemplar.
Las afecciones oculares también tienen cierta incidencia en la raza. Las cataratas o la malformación de la retina son algunos padecimientos que deberás tener en cuenta. Otros problemas relacionados con la variedad son la sordera, los ataques de epilepsia y las alergias en la piel o a ciertos alimentos.