No se puede negar que el aspecto del Komondor es único, gracias a su pelo, que lo cubre por completo formando cordones o rastas. Pero es mucho más que estética. Este perro de trabajo es atlético y protector.

Datos básicos

  • Altura: 65-90 cm.
  • Peso: 36-61 kg.
  • Esperanza de vida: 12 años.
  • Ideales para: cuidadores con experiencia en perros y tiempo, sobre todo para mantener su especial pelaje.

Orígenes del Komondor

El Komondor es un perro de origen húngaro. De hecho, también se le conoce con el nombre de Pastor húngaro. Su aparición se remonta a épocas remotas y su trabajo era la vigilancia de los rebaños de ovejas. En la actualidad se sigue dedicando a la vigilancia del ganado, pero también ha encontrado su lugar como perro de compañía.

Ejemplares de Komondor trabajan hoy en día en América del Norte para proteger a las ovejas de los ataques de los coyotes. Se cree que el Komondor acompañaba a una tribu nómada, la magiar, cuando se establecieron en Hungría hace más de 1000 años. El Komondor era el encargado de proteger sus rebaños.

Su nombre se registra por primera vez en 1544, pero no es hasta 1910 que se establece como raza. Se criaban desde cachorros junto a las ovejas, de hecho se asemejan en su aspecto externo, y se esquilaban al mismo tiempo que ellas. Así pasaban desapercibidos, al estar camuflados en el rebaño. Están poco extendidos fuera de su país de origen.

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Características físicas de la raza Komondor

Es una raza grande y fuerte. Es el mayor de los perros pastores húngaros. Su cabeza es ancha y proporcionada. El cráneo es algo más largo que el hocico, de trufa negra. Es grande y de mandíbulas amplias. Las orejas son largas y de inserción alta. Caen en forma de uve o de u a ambos lados de la cabeza. Los ojos son ovalados y oscuros.

El cuerpo es algo más alto que largo. El pecho es redondeado, además de fuerte. Las patas, tapadas por el pelo, son sólidas, de pies grandes, dedos juntos y almohadillas acolchadas. La cola, de inserción baja, llega al corvejon. Su pelaje blanco marfil se distribuye en dos capas. La superior es gruesa, con textura de fieltro. La interna es densa, lanosa y suave.

Lo que llama la atención del pelo es su aspecto, ya que cae en forma de cordones o rastas pesadas y de gran longitud, que se forman de la combinación de ambas capas. Este tipo de pelo le proporcionaba protección frente al clima, pero, también, ante ataques de depredarores como los lobos. Debajo del manto, la piel es de un color grisáceo.

Temperamento del Komondor

Es un buen guardián y despliega un fuerte instinto de protección, desarrollado durante siglos en su trabajo con las ovejas. Pero ha sabido adaptarse, también, a ejercer como perro de compañía. Hay que tener en cuenta que, en general, es un perro que se va a mostrar territorial y desconfiado con los intrusos, con los problemas que pueden derivar de ello.

A su familia ha trasladado el instinto de protección que antaño lo caracterizó como guardián de los rebaños. Si la siente en peligro, atacará directamente, sin ladrar. Es valeroso, inteligente y obediente, características que podemos aprovechar para educarlo. Son necesarias educación y socialización para evitar que la territorialidad sea un problema.

Esto facilitará su convivencia con otros perros o diferentes animales. La educación debe ser constante y coherente, pues, en ocasiones, pueden mostrarse testarudos. Por eso no es el perro más adecuado para primerizos. Un ejemplar de Komondor bien educado será tranquilo y pacífico en el hogar.

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Cuidados básicos recomendados

El Komondor no se recomienda para la vida en un apartamento. Tampoco soporta bien el calor, por lo que es más adecuado para climas fríos. Necesita ejercitarse alrededor de una hora al día, entre paseos y juegos o actividades al aire libre. Puede vivir en el exterior. En caso de disponer de un terreno, el perímetro debe estar perfectamente cerrado.

El principal inconveniente de esta raza es el cuidado que necesita su característico manto. Requiere una atención constante para evitar que los cordones se junten y enreden. Además, tendremos que recortarlo para que no termine arrastrando por el suelo, dada su gran longitud, y revisarlo para retirar fragmentos vegetales que pueden quedar adheridos.

El cuidado específico y los baños suelen dejarse en manos de peluqueros caninos profesionales. Es fundamental un secado completo. Por último, al ser un perro de raza grande es importante que, antes de hacernos con uno, seamos conscientes de los gastos de alimentación, accesorios o veterinario. Se multiplican conforme aumenta el tamaño del perro.

Principales problemas de salud

En general, el Komondor es una raza que goza de buena salud y no se le conocen enfermedades específicas. Podemos mencionar las alteraciones gastrointestinales como trastorno a tener en cuenta en estos perros. Un ejemplo de gravedad es la torsión de estómago.

Se puede prevenir cuidando su alimentación y no dejando que ingiera grandes cantidades de comida de golpe o tras realizar ejercicio intenso. Controlar la ración es importante, pues suelen ser glotones y podrían sufrir sobrepeso. También hay que vigilar la salud de la piel bajo la considerable capa de pelo, ya que pueden producirse dermatitis.